jueves, 25 de abril de 2024

Paul Mazursky


Irvin Mazursky, más conocido como Paul Mazursky, nació en Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos, el 25 de abril de 1930, y murió en Los Ángeles, California, Estados Unidos, el 30 de junio de 2014.​ Director de cine, guionista, productor cinematográfico y actor.

El sitio www.latimes.com publicó este recordatorio firmado por Elaine Woo.

OBITUARIOS

Paul Mazursky muere a los 84 años; El director hizo una crónica de las tendencias de los años 60 y 70.

Paul Mazursky (1930-2014): guionista y director nominado al Oscar que también coescribió el piloto de televisión de 1966 de “The Monkees”. (Casa Christina / Para The Times)

Por Elaine Woo

escritor

1 de julio de 2014 16:33 hora del Pacífico

Paul Mazursky, el guionista y director nominado al Oscar que se destacó explotando la clase media urbana en busca de risas y lágrimas en películas como "Bob & Carol & Ted & Alice", "Blume in Love", "An Unmarried Woman" y “Down and Out in Beverly Hills”, murió el lunes en el Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles. Tenía 84 años.

La causa fue un paro cardíaco pulmonar, dijo la portavoz de la familia Nancy Willen.

Mazursky, un gentil satírico de la sociedad contemporánea, en su mejor momento hizo una crónica de las tendencias sociales de finales de los años 60 y 70, incluidas las modas pasajeras de superación personal de la época, la experimentación con drogas y las reglas cambiantes para el amor y el sexo.

En el proceso, creó personajes memorables por sus luchas y vanidades: las parejas adineradas en su debut como director de 1969, “Bob & Carol & Ted & Alice”, que creen que el intercambio de cónyuges es la cura para sus complejos; el abogado divorciado de “Blume in Love” que piensa que la libertad sexual es grandiosa hasta que su esposa la quiere; y la divorciada de “Una mujer soltera” que entra con cautela en la escena de los solteros después de 15 años de lo que ella pensaba que había sido un matrimonio feliz.

Al igual que Woody Allen, Mazursky escribió y dirigió la mayoría de sus 17 películas y actuó en casi todas ellas. Sus créditos como actor abarcaron seis décadas, desde un papel protagónico en el primer largometraje de Stanley Kubrick en 1953 hasta la voz de un conejito musical en “Kung Fu Panda 2” en 2011. También apareció en las series de HBO “Curb Your Enthusiasm” y “Los Soprano”. "

Sus experiencias frente a la cámara le dieron una especial afinidad por los ritmos de los actores y una preferencia por los planos largos que les permitían desarrollar sus personajes.

La crítica Molly Haskell comparó a Mazursky con Ingmar Bergman por el calibre de las actuaciones que consiguió de sus protagonistas femeninas en particular.

“Permiten que su cámara busque y encuentre sutilezas de expresión y ecos de una inteligencia compleja y sensual que nunca afloran en su trabajo para otros directores”, escribió Haskell en la revista New York en 1978.

Tuvo una buena cantidad de fracasos, incluido “The Pickle” (1993), que fue tan malo que Columbia no se lo mostró a la mayoría de los críticos. Esa película fue complementada por “Scenes From a Mall” (1991) y “Faithful” (1996), su último largometraje, con malas críticas. También realizó un documental llamado “Yippee” (2006), sobre los judíos jasídicos en Ucrania.

Sus largometrajes fueron frecuentemente criticados por ser sentimentales.

“Su especialidad es tomar un núcleo de sustancia sentimental y cubrirlo con nostalgia agridulce o chistes groseros, preferiblemente ambos”, escribió el crítico John Simon en el National Review en 1986.

Pero Mazursky desestimó las críticas y argumentó, como lo hizo en The Atlantic en 1980, que “mis películas no son sentimentales, sólo tienen sentimiento”.

Recibió sus últimos elogios de la crítica por “Enemies: A Love Story” (1989), adaptada con Roger L. Simon de una historia de Isaac Bashevis Singer sobre un sobreviviente del Holocausto que termina en Estados Unidos con tres esposas. Esto le valió a Mazursky su cuarta nominación como guionista, después de “An Unmarried Woman”, “Harry and Tonto” y “Bob & Carol & Ted & Alice”.

Nacido como Irwin Mazursky en la ciudad de Nueva York el 25 de abril de 1930, era el único hijo de David, un trabajador, y su esposa, Jean, una amante del cine que dejaba que su hijo faltara a la escuela para poder ver dos películas dobles en un día. “Cuando tenía 12 años”, dijo Mazursky a la revista People en 1986, “ya ​​soñaba con ser actor. Iba al baño de nuestra casa, el único lugar donde podías estar solo, y hacía imitaciones de Errol Flynn y Humphrey Bogart”.

Mientras estudiaba en el Brooklyn College, fue elegido para interpretar a un psicópata en "Fear and Desire", la película de 1953 que marcó el debut como director de Stanley Kubrick. Cambió su nombre a Paul.

Ese año también se casó con Betsy Purdy, con quien tuvo dos hijos.

Además de su esposa, le sobreviven su hija Jill Mazursky, cuatro nietos y un bisnieto. Su hija Meg murió de cáncer en 2009.

Después de la película de Kubrick, Mazursky estudió Método de actuación con Lee Strasberg. Uno de sus primeros papeles fue el de un delincuente juvenil en “Blackboard Jungle” (1955).

En 1959, se mudó con su familia a Los Ángeles y se unió al grupo de improvisación Second City. Cuando cerró, se asoció con el alumno de Second City, Larry Tucker, para escribir chistes para "The Danny Kaye Show" de CBS. Él y Tucker también coescribieron el piloto de 1966 de “The Monkees”, la serie de televisión sobre una banda de rock en apuros, pero su trabajo no estaba acreditado en ese momento.

Insatisfecho con la televisión, Mazursky comenzó a tomar clases de edición cinematográfica en la USC y fantaseaba con convertirse en director.

Él y Tucker compartían una oficina en un tramo de Sunset Boulevard lleno de bohemios de los años 60. El escenario inspiró su primer guión, "I Love You, Alice B. Toklas" (1968), una comedia romántica protagonizada por Peter Sellers como un abogado que abandona su vida convencional después de ingerir un brownie con infusión de marihuana.

Mazursky tuvo la oportunidad de dirigir con su próximo proyecto. Había llevado a su esposa a Esalen, el retiro de Big Sur donde los miembros de la contracultura iban a encontrar su yo interior. La experiencia resultó provechosa para “Bob & Carol & Ted & Alice”. Coescrita con Tucker, la película comienza con una pareja interpretada por Robert Culp y Natalie Wood, que regresan de un retiro estilo Esalen con una nueva conciencia que quieren compartir con otra pareja, interpretada por Dyan Cannon y Elliott Gould.

La película convirtió a Gould en una estrella, resucitó la carrera de Wood y fue un éxito de taquilla y de crítica; Pauline Kael, en un artículo del New Yorker, la calificó como “la comedia estadounidense más animada en lo que va del año”. Esto catapultó a Mazursky a la lista A de directores.

Se le dio carta blanca para su siguiente película, “Alex in Wonderland” (1970), protagonizada por Donald Sutherland como un director que no puede decidir qué hacer con su vida después de su primera película exitosa. Mazursky lo expresó como un homenaje a “81/2”, la obra maestra autobiográfica de Federico Fellini, a quien idolatraba; Fellini incluso hace un cameo. Mazursky se dio a sí mismo el papel de un productor maravilloso con ideas cinematográficas extravagantes.

A los críticos les gustó “Alex”, pero fracasó comercialmente. A la angustia de Mazursky se sumó el hecho de que no pudo encontrar un estudio que respaldara "Harry and Tonto".

Sintiéndose un artista incomprendido, Mazursky se mudó a Italia por un tiempo, pero la vida en el expatriado le resultó insatisfactoria.

Cuando regresó a Estados Unidos unos meses después, escribió una escena sobre "un tipo sentado en un café en Italia tratando de descubrir qué diablos está haciendo allí", dijo Mazursky a People. Esa idea floreció en el guión de “Blume in Love” (1973), protagonizada por George Segal como un hombre que se da cuenta de que está enamorado de su ex esposa, interpretada por Susan Anspach.

Obtuvo críticas admirativas de críticos como Roger Ebert, quien escribió que Mazursky “parece haber logrado lo que todo el mundo siempre esperaba de Neil Simon: una comedia que trasciende sus momentos divertidos, que se da cuenta de que reímos para no llorar y finalmente se trata de personas reales con desesperaciones reales”.

De nuevo en la cima de Hollywood, Mazursky finalmente pudo hacer “Harry y Tonto” (1974), una comedia seria sobre un hombre de 72 años que sale de gira después de haber sido desalojado de su apartamento en la ciudad de Nueva York. Elogiado por su retrato humanista del envejecimiento, tuvo éxito financiero y convirtió a Art Carney, del programa de televisión "The Honeymooners", en una estrella de cine y ganador del Oscar al mejor actor.

A Mazursky le siguió la muy elogiada y semiautobiográfica “Next Stop, Greenwich Village” (1976), sobre un chico de Brooklyn de principios de la década de 1950 que se muda al Village para perseguir sus sueños como actor, y “An Unmarried Woman” (1978), que obtuvo tres nominaciones al Oscar, incluida mejor actriz para Jill Clayburgh, mejor película y mejor guion.

Después de las decepciones de “Willie and Phil” (1980) y “Tempest” (1982), su siguiente éxito fue “Moscow on the Hudson” (1984), que presentaba a Robin Williams como un músico ruso que deserta en medio de un Bloomingdale's grandes almacenes.

“Down and Out in Beverly Hills” (1986) fue el mayor éxito comercial de Mazursky. Una farsa inspirada en la película de Jean Renoir de 1932 “Boudou salvado del ahogamiento”, trata de una pareja adinerada (Bette Midler y Richard Dreyfuss) que vive en una mansión con un perro que tiene su propio psiquiatra. Su vida elegante se ve interrumpida por un vagabundo (Nick Nolte) que intenta ahogarse en su piscina. Simpatizando con su difícil situación, la pareja lo invita a mudarse.

El propósito de la película era “reflexionar sobre lo absurdo de tenerlo todo y aún no tener nada”, dijo Mazursky al Chicago Tribune en 1986.

Mazursky, residente de Beverly Hills desde hace mucho tiempo, dijo que también se estaba burlando de sí mismo.

"Me resulta imposible pasar mucho tiempo con alguien que no tiene verdadero sentido del humor", dijo a la revista People. “El humor no es sólo una forma de ver la vida. Es la forma en que experimentas las cosas. Nadie vive la vida sin dolor, pero el dolor se puede superar con humor. Es lo que me separa de algunas personas muy agradables que simplemente no entienden el chiste”.

elaine.woo@latimes.com

A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento, con el vídeo que inauguró el Festival de Cine de Ventura 2010.

miércoles, 24 de abril de 2024

Blanche Ring


Blanche Ring nació en Boston, Massachusetts, Estados Unidos, el 24 de abril de 1871, y murió en Santa Mónica, California, Estados Unidos, el 13 de enero de 1961. Cantante y actriz.

El sitio www.es.wikipedia.org publicó este recordatorio.

Blanche Ring (24 de abril de 1871 – 13 de enero de 1961) fue una cantante y actriz estadounidense que trabajó en el teatro en producciones en Broadway, en musicales, y para la industria cinematográfica de Hollywood.

Inicios

Nacida en Boston, Massachusetts, era nieta de James H. Ring, un primer comediante de la compañía Boston Museum. Su tatarabuelo, Charles Fisher, llegó a los Estados Unidos procedente de Inglaterra, viajando en caravanas teatrales y llegando hasta el río Misisipi. La actriz tenía ascendencia inglesa, irlandesa y escocesa. Cuatro generaciones de sus antepasados eran intérpretes de Shakespeare.

Cantante en el teatro

Ring debutó a los dieciséis años con A Parisian Romance, con Richard Mansfield. Más adelante actuó junto a Nat Goodwin y Chancellor Olcott. En 1902 tuvo un gran éxito con "In The Good Old Summertime", y posteriormente con una canción de fama, "The Belle of Avenue A", interpretada en la obra Tommy Rot. Tommy Rot se representó en el local Mrs. Osborn's Playhouse de Nueva York. "I've Got Rings on My Fingers" fue interpretada cuando Blanche actuaba en The Midnight Sons en 1909. Will Rogers recitaba sus primeras líneas en el teatro en la obra interpretada por Ring The Wall Street Girl. En 1910 grabó el tema Come Josephine In My Flying Machine, tras presentarlo en un show de Broadway, convirtiéndose en una de sus canciones de mayor fama.

Entre sus otras canciones se incluyen "Bedelia" y "I'd Leave My Happy Home For You". La primera se interpretaba en The Jersey Lilly. Durante la Primera Guerra Mundial la cantante ganó fama con el tema "They're All Out Of Step But Jim".

Blanche poseía un fino talento para la pantomima. Esto le ayudaba en su progresión en la revista musical. Sus imitaciones estaban a la altura de las de Charles Winninger en Passing Show of 1919, interpretada en el Teatro Winter Garden de Nueva York.

Actriz del cine mudo

Ring llegó a Hollywood en 1916 para trabajar en el film mudo The Yankee Girl, y durante algún tiempo interpretó papeles dramáticos. También participó en la película It's The Old Army Game (dirigida por su sobrino A. Edward Sutherland), con W.C. Fields, en 1926. Para el teatro trabajó en la obra The Great Necker, entre otras. Posteriormente volvió al género musical, interpretando títulos como Right This Way y Strike Up The Band.

Su última interpretación teatral tuvo lugar en Nueva York en 1938. Tenía un papel en Madame Capet, protagonizada por Eva Le Gallienne.

Hollywood

Ring abandonó Nueve York en 1959 y se instaló en Hollywood con su hermano, Cyril. En mayo de 1960 formó parte de una reunión de antiguas artistas Ziegfeld Follies. Blanche era miembro honorario del Ziegfeld Club, aunque nunca había trabajado para Florenz Ziegfeld.

Blanche Ring falleció en Santa Mónica (California) en 1961, a los 89 años de edad. Pocos años antes de su fallecimiento, en 1958, había sufrido un ictus y su salud estaba muy resentida. Fue enterrada en el Cementerio Holy Cross, tras un funeral en la iglesia Good Shepherd en Beverly Hills, California.

Vida personal

Se casó en cuatro ocasiones. Sus maridos fueron:

Walter F. MacNichol

James Walker Jr.

Frederick Edward McKay, director teatral.

Charles Winninger

Todos sus matrimonios acabaron en divorcio. No tuvo hijos.

Una de sus hermanas era Frances Ring (1882-1951), casada con el popular actor del cine mudo Thomas Meighan en 1909. Otra hermana, Julie Ring (1878-1957), fue actriz teatral y madre del director cinematográfico A. Edward Sutherland. Su sobrina nieta es la directora de orquesta Jane Ring Frank.

A continuación, la recordamos en el día de su nacimiento, con uno de sus éxitos: Come Josephine In My Flying Machine.

martes, 23 de abril de 2024

El Gaón de Vilna

Elijahu ben Shlomó Zalman, más conocido El Gaón de Vilna, nació en Sielec, Bielorusia 23 de abril de 1720, y murió en Vilna, entonces Imperio Ruso, el 9 de octubre de 1797. Rabino.

El sitio www.jewishvirtuallibrary.org publicó este recordatorio.

Rabino Eliyahu de Vilna (El Gaón de Vilna)

(1720 - 1797)

La palabra "gaón" significa genio y a ninguna persona se le podría otorgar este título de manera más apropiada que al rabino Eliyahu de Vilna. El rabino Eliyahu fue probablemente el líder judío más influyente de la historia moderna.

Las grandes habilidades de Rabí Eliyahu comenzaron a manifestarse a una edad muy temprana. A la edad de siete años pronunció su primer discurso público y mostró un intelecto completamente desarrollado. Cuando tenía diez años, había avanzado hasta el punto de que ya no necesitaba un maestro. Cuando aún era joven, el rabino Eliyahu aceptó el "galus", un exilio autoimpuesto (una práctica no insólita en aquella época), en el que vagaba de comunidad en comunidad como mendigo. Esto duró algunos años, después de lo cual regresó a la ciudad de Vilna. A pesar de sus esfuerzos por ocultar su gran rectitud y conocimiento fenomenal, pronto se hizo famoso como un gran tzadik (hombre justo) y erudito de la Torá. A la edad de 35 años, uno de los principales sabios de esa época, el rabino Yonason Eybschutz, se acercó a él para que actuara como intermediario en el conflicto entre él y otro gran sabio, el rabino Yakov Emden.

Para el Gaón, el limud haTorá (el estudio de la Torá) era de suma importancia y esta ética se mostró plenamente por su parte. Su diligencia en el aprendizaje fue insuperable. El hijo del Gaón testificó que durante cincuenta años su padre no durmió más de dos horas en un período de veinticuatro horas. Su amplitud de conocimientos fue asombrosa. Era capaz de indicar de memoria el número de veces que se mencionaba a un sabio en un libro determinado del Talmud. Su conocimiento tanto de las partes reveladas como de las ocultas de la Torá era incomparable. El Gaón consideraba que el conocimiento secular era un complemento vital para el estudio de la Torá. Conocía casi todos los campos seculares y era autor de libros sobre gramática y matemáticas.

Su rectitud y bondad también fueron legendarias. A pesar de su pobreza personal, siempre donó el 20% de sus ingresos a obras de caridad. Cuando se le informaba de una necesidad especial, como casar a una niña huérfana o redimir a un cautivo, con frecuencia deducía dinero de sus necesidades personales para contribuir. A pesar de su constante diligencia en el aprendizaje, siempre estuvo atento a las personas necesitadas y se sabía que interrumpía sus estudios para reunirse con familiares de una persona necesitada y convencerlos de que ayudaran a su pariente.

Hay una historia del Gaón que ilustra el tipo de bondad de la que era capaz. La ciudad de Vilna pagaba un pequeño estipendio mensual al Gaón. (Cabe señalar que Gaón se negó a aceptar cualquier puesto oficial en la comunidad a pesar de que generalmente se lo consideraba el líder de la comunidad). El individuo responsable de entregar este dinero se quedaría con él. El Gaón, que se dio cuenta de lo que estaba pasando, nunca lo acusó de hacer esto ni se lo contó a nadie porque no quería avergonzar al responsable. De hecho, ni siquiera sabríamos de este incidente si el culpable no hubiera confesado en su lecho de muerte.

Durante cuarenta años estudió en aislamiento, a partir de ese momento comenzó a recibir estudiantes de los destacados eruditos de la Torá de esa época. La mayoría de los escritos que tenemos hoy del Gaón fueron transcritos por estos estudiantes. Uno de los estudiantes más famosos de Gaón fue el rabino Jaim de Volozhin, fundador de la Yeshivá Volozhiner. Esta ieshivá (academia talmúdica) fue el principal centro de estudio de la Torá durante aproximadamente 100 años y es el antepasado de la mayoría de las ieshivot que existen en la actualidad. Eruditos de la Torá de esa época.

Posiblemente la mayor contribución de Gaón al pueblo judío fueron sus notas correctivas sobre la mayoría de nuestros textos antiguos, particularmente el Talmud. A lo largo de los siglos se habían introducido errores en los distintos textos debido principalmente a errores de los escribas. (Estamos hablando aquí de textos antiguos distintos de la Torá misma. Las reglas para escribir la Torá son tan estrictas que el error de los escribas es casi imposible y extraordinariamente raro. Los errores que ocurren rara vez pasan desapercibidos el tiempo suficiente para ser duplicados en otros rollos.) Estos errores fueron serios obstáculos para el estudio avanzado del Talmud y otros textos. Gaón, con su fenomenal conocimiento de toda la literatura de la Torá, fue posiblemente el único individuo capaz de crear correcciones autorizadas de estos textos. Casi no existe ningún texto antiguo de la Torá que no lleve las notas del Gaón.

Durante muchos años el Gaón deseó viajar a la tierra de Israel y establecerse allí. En realidad, el Gaón comenzó el viaje en un momento dado, pero no pudo completarlo (la razón de esto no está clara). Fue durante este viaje que Gaón le escribió su famosa carta a su esposa, instruyéndola sobre diversas cuestiones éticas, como la educación de sus hijos durante su separación. Esta carta se ha convertido en un clásico por derecho propio. Finalmente, unos diez años después de la muerte de Gaón, muchos de sus principales estudiantes siguieron los pasos de su maestro y se establecieron en la tierra de Israel.

El Gaón fue el principal oponente de Chassidus, un movimiento fundado por el rabino Israel Baal Shem Tov en la década de 1730 (aproximadamente). Los jasidim instituyeron una serie de cambios en la práctica judía estándar y muchos grandes líderes los vieron como una secta incipiente separatista del verdadero judaísmo, a la manera de movimientos similares en el pasado. El énfasis de Chasidus en el misticismo fue particularmente preocupante a este respecto. Jasidus también puso un énfasis muy fuerte en la adoración ferviente. Si bien esto está dentro de los límites del judaísmo tradicional, muchos de los oponentes de Jasidus, llamados "Misnagdim", malinterpretaron este énfasis como una resta de importancia al estudio de la Torá. (Este error no carecía de fundamento; desafortunadamente, muchos jasidim (seguidores de Jasidus) también cayeron en este error.) Las razones detrás de esta gran controversia son complejas y realmente no es posible hacerles justicia en un breve ensayo. A todos los efectos, la controversia terminó a principios del siglo XIX con la introducción del movimiento antirreligioso Haskalah, que creó la necesidad de que todos los judíos religiosos formaran un frente común.

A pesar de la oposición de Gaón a Jasidus, todos los grupos lo reconocieron ampliamente como la principal autoridad de la Torá de su tiempo. De hecho, cuando después de la muerte de Gaón, ciertos jasidim individuales expresaron felicidad por la noticia de su muerte, el rabino Shneur Zalman de Liadi, uno de los líderes jasidistas más prominentes en ese momento, emitió una carta pública prohibiendo tales declaraciones y exigiendo a sus seguidores que Hablamos de la grandeza del Gaón.

Gaón falleció en 1797 dejando un tremendo legado, tanto de sus vastos y variados escritos sobre todos los temas de la Torá como de sus destacados estudiantes que continuaron difundiendo la Torá por todo el pueblo de Israel.

 

lunes, 22 de abril de 2024

Cándido Camero


Cándido de Guerra Camero, más conocido como Cándido Camero, nació en La Habana, Cuba, el 22 de abril de 1921, y murió en Nueva York, Estados Unidos, el 7 de noviembre de 2020. Percusionista y compositor.

El sitio www.latinjazznet.com publicó este recordatorio firmado por Chico Álvarez Peraza.

Nuestro Hombre De La Habana – Cándido Camero: Uno De Los Nuestros.

Publicado hace 14 años en 6 de junio de 2010 Por Chico Álvarez Peraza

Por Chico Álvarez Peraza

Ciudad de Nueva York, 22 de abril de 2010

80 AÑOS POR EL SENDERO DEL EXITO

Con esta edición, Latin Jazz Network rinde homenaje a CÁNDIDO CAMERO, percusionista cubano que hoy por hoy celebra sus 80 años de vida artística. Su trayectoria musical lo ha llevado desde su tierra natal a la úrbe nuevayorquina y más allá de la babel de hierro.

El percusionista ha viajado por todo el continente Latinoamericano, pasando también por las capitales de Europa. Cándido, personalmente me relató que hasta en el archipiélago del Japón sonaron los parches (cueros) de su adorado tambor.

Mi trabajo aquí es modesto, mi intención es de enriquecer el entusiasmo y el conocimiento de nuestros lectores con todo el cariño que se merece éste baluarte. Lo considero como un amigo, y como buen amigo que soy, les contaré no solo de sus grandes éxitos, sino de su caballerosidad como persona.

Comienzo mi reportaje expresando que la imagen de Cándido me llamó la atención por primera vez hace más de cuarenta años. Lo ví ilustrado en las carátulas de algunos discos suyos que encontraron en una “discoteca” situada en la calle Rivington en el bajo Manhattan. Me refiero a los discos “Long Play”, reliquias de una época más sencilla, y, si no me falla la memoria el primer disco que tomé en mis manos fue “Candido The Volcanic”. Luego encontré “Candido In Indigo” y al ladito de éste estaba colocado “Candido's Comparsa”.

Recuerdo que compré los tres elepés el mismo día y en su total me costaron unos nueve dólares. Eso sería como por el año 1965, cuando empecé a coleccionar discos de jazz. Anterior a esta compra solo tenía en mi colección algunos discos sencillos de 45 rpm, que en su mayoría eran del género de rokanról y por supuesto varios elepés de música “latina” y de “soul”.

Sin saber, me embarcaba yo en un viaje musical que me llevaría hasta lo más profundo de la experiencia cultural americana; hasta la propia raíz.

RAICES HABANERAS: COMO EMPEZÓ LA COSA

En cuanto a música bailable se trata, creo que no será el primer autor en decir que Cuba le ha regalado al mundo una fortuna; ni tampoco el primero en hablarles del aporte cultural de los músicos cubanos a esta gran ciudad (Nueva York).

Solamente hay que dar un repaso al tiempo para recordar que fue precisamente aquí donde arribaron los primeros ritmos netamente cubanos. Estos llegaron a comienzos del siglo veinte, en barcos de vapor, con instrumentos autóctonos y melodías enroscadas en las gargantas de varios soneros y músicos de color.

Recordemos que ya para el 1920 la ley de la prohibición (también conocida como el “experimento noble”) había abierto las puertas para el intercambio cultural y comercial entre Cuba y los bebedores estadounidenses. En aquella época surgía el primer “boom” turístico norteamericano y la ironía de este capítulo nos provoca cierta risa, porque la “ley seca” hizo que miles de “refugiados” americanos pasaran sus vacaciones “mojándose” con el famoso ron cubano. Habia que ver como aquellos “turistas de fin de semana” se estremecían al son de una guitarra, acompañado por la botíja, el tres, las claves, las maracas y el bongó.

Después de casi diez años de “prosperidad”, la caída de Wall Street en 1929 produjo una catástrofe americana que afectó tanto a Cuba como a los Estados Unidos. La Gran Depresión económica que se acercaba no podía permitir que los americanos continuaran sus escapadas a la capital cubana para “mojarse”, y, por consiguiente surgió el fenómeno de un éxodo al reves.

Cientos de músicos cubanos tomaron el ejemplo de las orquestas de Don Azpiázu, Alfredo Brito y Manolo Castro, y se trasladaron a Nueva York ya otras ciudades del “norte” (así es que le llamaban a los Estados Unidos). Precisamente, era allí donde los bailadores de salón esperaban su música cadenciosa con gran ansiedad.

A pesar de que aquella crisis económica no le permitía viajar, el ciudadano americano siempre encontró dinero para festejar, y como el virus cubano ya lo había picado, era solo cuestión de tiempo. Así fue que empezó la cosa, y en medio de grandes vicisitudes el criollísimo son estaba al explotar.

Con el tremendísimo éxito del pregón “El Manicero” en 1930, la música cubana había penetrado en la fibra de la sociedad americana de forma contundente. En Cuba, el joven Cándido vio estos acontecimientos con ansiedad. Mientras tanto, Antonio Machín y otros pioneros impulsaban el son y los demás generos cubanos, penetrando su cadencia musical y su clave en las venas de la colonia hispanoamericana de Nueva York.

De repente, se produjo en la úrbe nuevayorquina una explosión de música cubana, particularmente con el género sonero, que había llegado con Azpiázu y Machín bajo el seudónimo de “rhumba”. Fue en aquel momento cuando se implantaron sus raíces, y se quedó para siempre nuestro hijo, aunque cambiaría de timbre y de nombre muy a menudo en el futuro.

En el año 1933 se abolió la ley seca y el mundo siguió su agitado pulso. Durante esa época surgieron en Cuba grandes figuras, cuyos nombres saltaban las fronteras de la isla. En las siguientes décadas se sucedieron ciertas olas de inmigración desde Cuba hacia los Estados Unidos. Entre millas y millas de artistas y músicos cubanos que tomaron el rumbo hacia el norte a mediados de los años cuarenta, estaba nuestro Cándido. Y no fue por casualidad, pues su destino ya se había marcado desde temprana edad.

Nacido en el año 1921, Cándido se había iniciado en la música desde niño, tamborileando sobre latas vacías de leche condensada en lugar de bongós. A los catorce años ya era todo un profesional. Pasó a tocar el trés, y rápidamente se integró a los famosos sextetos de su barrio, como por ejemplo Los Jóvenes Del Cerro, del cantante Carlos Azcona; Los Jóvenes Sociales, del maraquero José Salínas; el Conjunto Gloria Habanera de Floro Acosta y el grupo del cantante Vicentico Valdés, que llevaba el nombre de El Nacional Juvenil. También estuvo con Tata Gutiérrez y su grupo Bolero 1935, y el Conjunto Apolo de Raúl Díaz.

Varias veces le sirvió de suplente al gran Arsenio Rodríguez y se destacó con el grupo Diseño Moderno de Marcelino Valdés, tumbador de mucha fama en Nueva York, por su participación en la orquesta de Tito Rodríguez.

Volvió a tocar el bongó en el 1946 y después pasó a las tumbadoras con la orquesta del espectáculo La Corte Suprema Del Arte, en la emisora ​​CMQ, mientras alternaba con Armando Romeu y su Orquesta Tropicana. Ahí conoció al maestro Bebo Valdés y según el ganador del Grammy para el año 2009, Cándido fue un personaje clave en el desarrollo de su creación: el ritmo de batanga.

Sin embargo, Cándido no se conformaba con el mero toque de sones y la rumba de solar. Soñaba con el mundo del espectáculo, con el teatro vernáculo y las luces de Broadway. Otros músicos compartian su sueño: Machito, Mario Bauzá, Miguelito Valdés y Chano Pozo.

El éxodo de músicos continuaría durante la segunda guerra mundial, y creo que el fenómeno histórico de la diáspora musical cubana en los Estados Unidos se merece un libro aparte. Y claro, Cándido se merecería entonces un capítulo para el solo.

LAS OLAS DEL CAMBIO – UN ESTUDIO SOBRE LA PERSEVERANCIA

Todo el que ha conocido a Cándido debe de entender que aunque el camino que lo condujo al éxito fue largo y duro, su historial está impregnado de emociones íntimas y de anécdotas interesantísimas. Este señor lleva en su mente una gran cantidad de recuerdos, saturados de alegría y de sabor tropical.

Me contó una vez que en aquel humilde barrio habanero de El Cerro, le ayudó a su amigo Mongo Santamaría a repartir el correo por toda la vecindad, para que éste terminara temprano y ambos pudieran ir al cabaret a tocar música. Algunos decanos que aún viven, podrán regresar el tiempo, a través de sus recuerdos, para servir de testigos de aquella rara fecundación musical, el mestizaje musical del jazz norteamericano y el son cubano, cuyo arquitecto fue el genial Arsenio Rodríguez Scull. De ahí nace el son montuno, trampolín para todo lo que llegaría más tarde.

Al final de la década de los treinta hubo músicos de ambos países que empezaron a experimentar con otra notable síntesis, que aún no tenía nombre ni llevaba etiqueta. Los más atrevidos innovadores del nuevo ritmo serían Stan Kenton y Damáso Pérez Prado, que habían sembrado la semilla de aquel fenómeno que venía; sin ni siquiera haber conocido. Me refiero al jazz latino, conocido en su inicio como jazz afrocubano.

Pero mientras Kenton solo experimentaba, Prado buscaba el éxito comercial, el “jonrón” que lo sacaría para siempre de la pobreza. A pesar de su genio musical y su talento innato, el ilustre y excéntrico Prado no encontró ese éxito en Cuba, ni tampoco en Nueva York. Las ideas avanzadas de este pianista matancero lo llevarían a suelo azteca, lugar donde le esperaba el éxito rotundo.

Mientras tanto, el tiempo pasaba y el volcánico Cándido tampoco lograba su sueño en Cuba. Desde aquel rincón habanero escuchaba en la radio a la innovadora y formidable orquesta de Machito y Mario, y se veía tocando en los clubes nocturnos de Harlem. Fue así que nuestro Cándido decidió buscar fama y fortuna en la babel de hierro. Eso es historia.

CÁNDIDO Y LOS RASCACIELOS: EL SUEÑO REALIZADO

Un día como cualquier otro se realizó aquel sueño de Cándido, mediante una gira que se llevó a cabo por la ciudad de Nueva York, con la pareja de bailarines Carmen y Rolando, una gira que culminó con el espectáculo llamado “Tidbits of 1946” ( chismecitos del 1946).

Y ahí estaba Cándido, entre la rumba de salón y el swing de Benny Goodman, trabajando con los mejores jazzistas de la babel y acompañando a las parejas de baile más famosas de la capital habanera.

Al fin, ahí estaba él; entre la belleza excepcional de una cubanía que había dejado su huella eterna por los caminos de otras latitudes y la disciplina estructurada del jazz moderno. Los norteamericanos le llaman a este fenómeno “lo mejor de ambos mundos”.

De inmediato se dio cuenta de que su destino era el no volver jamás a la incertidumbre. En mente y en corazón, regresaba el tiempo y recordaba que desde muy temprana edad el jazz ya lo había llamado, y así fue que Cándido Camero alzó su vista hacia la meca de la música afroamericana: Nueva York.

A la edad de 25 años llegó a los Estados Unidos y muy pronto comenzó a tocar en el Club Le Downbeat con el pianista de jazz Billy Taylor. Debería haber sentido eufórico, al saber que la ciudad de los rascacielos lo acogía con brazos abiertos. Pero resultó algo inesperado, pues al nuevoyorquino hispano también le gustaba la gozadera, y en pleno ambiente bailable Cándido logró despojar su ritmo contagioso con las orquestas de Machito y de José Curbelo. Así fue que logró insertarse dentro del mundo “latino” estadounidense.

De esta forma creó una dualidad musical en su persona y dentro de poco tiempo se veía la figura de Cándido, acompañando a los comediantes Dean Martin y Jerry Lewis en el Habana Madrid, o viajando por Puerto Rico y la República Dominicana con la pareja de baile. René y Estela, la más famosa pareja de bailarines cubanos. Quizas en algún salón de baile se sentían sus toques callejeros, que le hablaba directamente a los rumberos desterrados ya la comunidad latinoamericana de la urbe. La sangre llama.

CÁNDIDO Y CHANO – LOS PRIMEROS PIONEROS DEL JAZZ LATINO

En su mayoría, los historiadores están de acuerdo y están bien documentado que Cándido llegó a Nueva York un año antes que Chano Pozo y que se desarrolló aquí dentro de los círculos de jazz.

Sin mucha fanfarria, el caballero del bongó asimiló el ambiente crudo y segregado del norte y trabajó lo suficiente como para sobrevivir. No lucía egoísta ni alardoso, ni llamaba la atención, excepto cuando le tocaba hacer sonar los parches de su pequeño instrumento.

Y eso sí, dominaba también las tumbadoras y le hacía competencia a Chano. Su mera presencia en un escenario condujo a los espectadores a gritar “Candído” (con el acento en la í, pronunciado “Candeedo”). Al escuchar el vítor del público el mulato tamborileaba sus dedos sobre el pellejo del bongó, o sobre las tumbadoras. A veces, quinteaba sobre ambos tambores a la vez, con el mismo ánimo de vivir aquel ritmo contagioso que lo estremecía cuando era un niño y tocaba las latas de leche en su querido barrio de El Cerro.

Pero resulta que en ese momento la historia toma un rumbo inesperado, y con la ayuda clave del músico Mario Bauzá, el extravagante Chano se vincula con el más popular y avanzado de los jazzistas: Dizzy Gillespie, y la colaboración de estos dos va formando la célula de lo que hoy le llaman jazz latino (Latin Jazz).

CÁNDIDO EN LA VANGUARDIA: EL DESTINO INTERVIENE

Ahora, pongan atención; La personalidad de Cándido era completamente opuesta a la de Chano. Y sin embargo ahí tenían a Cándido, bien parecido, con cierta educación, introvertido y humilde. Un hombre que se vestía con traje y no buscaba ser el centro de la atención de todos, pero eso sí, metía tremendo espectáculo aunque no era escandaloso.

Mientras tanto la farándula nuevayorquina se fijába más en el extrovertido y ambicioso Chano, promotor de su propia imagen, brusco, bullicioso y feo, que vestía como los famosos “chuchéros” de La Habana.

La guapería cubana se enfrentaba a la sublime manifestación de un ser muy humilde y tranquilo. El punto clave en aquellos momentos no era el hecho de que Chano fuese mejor intérprete, percusionista ni animador (showman), sino que logró ser su propio promotor. Un espectáculo en sí que cantaba a lo africano y era de tez oscura, prieto, y por ende le daba un toque auténtico a lo afrocubano.

Cándido era de piel clara, un mulato fino que hablaba con una voz suave, mientras que Chano mantenía la imagen del típico negro de solar.

Quizás en un ambiente social como el de hoy esto no sería motivo de dilema, pero acordemos que aquella era otra época, se vivía en un sistema donde la lucha entre las clases (el “clases lucha”) se destacaba, y ahi tenemos la principal diferencia entre estos dos pioneros del tambor cubano.

Por su carisma extravagante Chano cayó en el foco de la publicidad, su nombre y su figura se escuchaban y se veían con más frecuencia que las de Cándido. Dada su asociación con Dizzy y su reputación de “guapo” que se prestaba para controversias, Chano florecía.

Por otra parte un sosegado, modesto y discreto Cándido se desenvolvía en otro ámbito, en un ambiente menos callejero, menos peligroso y hasta cierto punto más cómodo. La comunidad jazzista lo veía como un caballero, no como al Chano, quien había desarrollado una fama de “busca pleito”.

Sin embargo, la figura de Chano sigue siendo la más celebrada de los dos, precisamente por estas cosas, pero aún más porque fue un tumbador agresivo; y además de ser un formidable compositor y bailarín, fue un rumbero por excelencia. Al César lo del César.

Me parece una buena idea hacer esta comparación entre ambos y lanzar una descripción de sus diferentes caracteres, aunque quiero dejar muy claro que no estoy favoreciendo a ninguno de los dos sobre el otro. Chano jamás le hubiera robado la posición a Cándido, y viceversa. Cada uno tenía su don. Lo que plantéo aquí son cosas del destino y del comercialismo, nada más.

Chano Pozo era Chano Pozo y Cándido Camero era y sigue siendo Cándido Camero. Ambos son de los nuestros. No se trata de polémica, sino de una misma historia en la cual se presentan dos verdaderos baluartes, ambos dignos de admiración por nuestra comunidad nuevayorquina. Dos grandes de nuestra música urbana. Creo que no está en mi el definir quién fue el mejor, eso estará siempre con el público.

Ambos fueron pioneros, y sin embargo por esas cosas de la vida y por condiciones que muchos desconocen, la fama se le pegó más a Chano, y claro, después de su trágica muerte, se convirtió en un mito y una leyenda. Mientras tanto, Cándido siguió su trayectoria de caballero y músico complaciente.

Es quizás por esto, que nunca se le dio el mismo mérito que a Chano. Con el tiempo el público nuevoyorquino se olvidaría de Chano, y surgirían otros congueros estelares como Mongo Santamaría, Patato Valdés, Armando Peraza, Franciso Aguabella, Tata Güines, Sabú Martínez, Ray Barreto y algunos más.

Y en medio de los contendientes, se encontró de nuevo nuestro Cándido, batallando como un campeón entre los campeones. A principios de la década de los '50, fue solista de la orquesta de Stan Kenton, con la cual recorrió el país tocando tres tumbadoras en un período en el que otros tocaban sólo una (o quizás dos). Además, raspaba el güiro y tocaba el cencerro con el pie. Cándido fue el primer multipercusionista en la historia del jazz y creó un estilo único al interpretar melodías como las que hacían los pianistas y los percusionistas de las orquestas sinfónicas. En cuanto a este tipo de afinación se refiere, su único rival sería Patato, que aún vivía en Cuba.

CÁNDIDO Y LA FIEBRE MAMBERA: EL NUEVO RITMO ES EL QUE MANDA

De repente estalló el nuevo ritmo, en México. Y el mundo se puso a bailar mambo. Ni la música de concierto ni los combos de jazz le llamaban ya la atención a la juventud, y las bandas grandes comenzaron a desaparecer. Simultáneamente llegó el rocanrol, y Cándido se mantuvo firme, porque tenía su fundamento.

Supo adaptarse a todo lo que estuviera en boga, y conste que, en años posteriores, el callado y apartado Cándido también quedaría en el olvido, pero por cierto tiempo, aunque a mi criterio fue simplemente porque él ya no figuraba en la música popular bailable. . Se movía en otro ambiente.

En 1951 Cándido regresó a su patria y realizó giras por toda la isla con el cantante Orlando “Cascarita” Guerra y los bailarines Gloria Y Rolando. A su retorno a Nueva York en el '52 Cándido se acopló con Dizzy Gillespie y de ahí en adelante su fama fue creciendo. Incluso, allá por el '54 la famosísima sección de ritmo de los maestros Machito y Bauzá se unió a Cándido para desarrollar un proyecto muy elaborado, con músicos de óptima calidad, encabezados por el propio Gillespie, cuyo título era “The Manteca Suite”.

El clásico tema de Chano volvió a hacer historia ya la vez señaló la desaparición de las orquestas jazzband (big band). Aquel acontecimiento, sin embargo, Cándido se encontró de gira con la banda gigante de Kenton, ese mismo año, aunque en el ambiente social ya le quedaban poco tiempo a las orquestas como estas.

Su magnífica ejecución percutíva se puede apreciar bien en las grabaciones de Kenton para el sello Capitol; como por ejemplo “Have A Havana”, en donde se une a su primer amor, el bongó. Solo hay que escuchar el tema “Bacante” para ver que en aquellos momentos Cándido era el dueño de ese instrumento.

También hubo giras a lo largo de los Estados Unidos con Tito Puente, Joe Loco y Miguelito Valdés, mediante los famosos festivales denominados “Mambo USA”. Ya para el '57 se presentó la muerte del mambo a nivel internacional, aunque en el patio nuevoyorquino aún reinaban sus melodías y su baile contagioso.

Esa verdad se la deben los nuevosyorquinos al famoso salón de baile conocido como El Palédiun (Palladium Ballroom), en donde Cándido se presentó muy a menudo (como solista). Ese mismo año la fiebre mambera lo llevó a Venezuela y después a las montañas de Monticello con Los Lecuona Cuban Boys, pero la musa le volvió a llamar hacia la gran manzana, adonde algo muy especial lo esperaba.

En un instante, el destino de Cándido Camero cambió, y ese destino se llamó Tony Bennett. La historia nos indica que cuando el caballero de las congas se unió al cantante y caballero italiano-americano, de ahí en adelante su sueño se hizo realidad. Juntos, viajaron el mundo y nos informa el propio Cándido que su rostro fue usado para introducir e ilustrar la tumbadora (tambor de conga) en el World Book Encyclopedia (desde el año 1960 hasta el 1972) en la sección de instrumentos de percusión. A finales de aquella época tan increíble ya Cándido se había destacado como una verdadera estrella de jazz, y en el año 1959 su nombre figuraba junto a los de Charlie Parker, Dizzy Gillespie y Miles Davis en el afamado Club Birdland. ¡Qué manera de terminar una década!

CÁNDIDO Y LA NUEVA OLA: UN NUEVO COMIENZO

Durante la década de los '60 el volátil Cándido se había destacado principalmente como acompañante de artistas al estilo de Las Vegas y de Broadway. No fue bobo, pues se sabía muy bien que ahí estaba la plata. Sin embargo, no se le pegó la misma fama que se adquiere tocando en salones de baile. Esto no es universal, es un fenómeno muy particular en nuestra ciudad.

Sin embargo yo lo veía mucho en el show del Chateau Madrid, en el mismo lugar que ahora ocupa el Barrio Latino, tocando para bailadores, junto a Israel “Cachao” López y otros músicos que dejaron el ambiente rumbero para la seguridad del cabaret. Allí acompañaban a artistas de nombre como Celia Cruz, Xiomara Alfaro, Olga Guillot, Bobby Capó, Pedro Vargas, Rolando La Serie, Myrta Silva, Roberto Ledesma, Vicentico Valdés y un elenco de artistas internacionales.

Pero ese ambiente era para hombres de plata, y la creciente clientela del boogaloo y la salsa se movía en otro ambiente, más barato, aunque a mi criterio ahí se gozaba más, porque la plata corría por otras vías, quizás por la yerba y el huele huele, que no costaban tanto como la bebida. Además, la juventud de esa época ya estaba perdiendo el gusto por lo genuinamente cubano, y el nuevo híbrido estaba ya en sazón.

En Nueva York no solo se experimentaba por otras vías en cuanto a la propia música, sino en cuanto al vestuario, la ética y hasta en el propio baile se desviaba de la norma. Surgió para aquel entonces el baile al estilo “soul” y “boogaloo”, y ahí estaba nuestro Cándido de nuevo, grabando cosas bailables que cabían dentro de la etiqueta de “crossover”. Anticipando los cambios de gusto en la juventud, el volcán de las congas comenzó a grabar como solista en el 1962 para el sello Roulette, lanzando el elepé titulado “Conga Soul”.

RECONOCIMIENTO MUNDIAL: MÁS ALLÁ DEL SUEÑO

En el mundo de la farándula internacional, el amable Cándido se ha destacado como percusionista y su imagen siempre ha estado vinculada a grandes eminencias como el antes mencionado Dizzy Gillespie. La lista de colaboradores incluye a Miles Davis, Sonny Rollins, Tony Bennett, Steve Allen, Machito, Tommy Dorsey, Jackie Gleason, Tony Bennet, Chico O'Farrill, Patti Page, Charo, Luis Vigoreux, Nancy Ames, Polly Bergen, Pat Boone, Joe Franklyn y Mike Wallace.

Fue nombrado “Maestro del Jazz del 2008” por la agencia pública National Endowment for the Arts (NEA). Este premio es el máximo reconocimiento a la música denominada jazz en toda la nación y hasta la fecha ha sido de mucha honra para 100 grandes figuras del género. Este músico de 89 años ha sido solamente el segundo cubano en recibir el reconocimiento. El saxofonista y clarinetista Paquito D'Rivera, fue nombrado en el 2005.

Debo mencionar su aparición en la televisión junto a Lena Horne en el show de Ed Sullivan, tanto como su presentación con la orquesta de Duke Ellington en la producción “The Drum Is A Woman” (el tambor es una mujer) y además con Charlie Parker en su concierto con violines en Carnegie Hall.

Se destacó junto al pianista británico George Shearing en “Latin Escapade”, para el sello Capitol. Como líder grabó varios discos para el sello ABC Paramount Records. Entre los antes mencionados elepés están también “Latin Fire”, “Calypso Dance Party” y “Candido”.

Duró con esa empresa hasta el 1965, integrándose después al sello Tico en el '67, dejando solamente una joya musical de géneros bailables cubanos. Este disco se titula “Brujerías de Cándido” e incluye al maestro Israel “Cachao” López en el bajo, con el respaldo de la orquesta de Tito Puente. Otra grabación, muy de coleccionista, es una en la cual Cándido toca el bajo de madera junto a los jazzistas Ray Bryant al piano, Art Blakey y Sabú Martínez en la percusión y el legendario Oscar Pettiford en el violonchelo. El tema se titula “Oscalypso”.

Cándido lideró un cuarteto entre los años '60 y '64 en el Club Liborio de la calle 48 y Broadway. El grupo destacaba piano, bajo y trompeta, mientras que Cándido tocaba varios instrumentos de percusión. Abría el show como solista y luego entraban los músicos uno por uno, y empezaban a tocar, al estilo muy cubano de descarga.

En el '64 realizó una gira con el famoso Trío Los Panchos en el Japón y desde el '65 al '79 volvió a los estudios de grabación, contratado por varios sellos de prestigio que lanzaron los siguientes elepés; “1,000 Finger Man” (Solid State, 1970), “Beautiful” (Blue Note, 1970), “Drum Fever” (Polydor, 1973), “Candido Funk” y “Dancin' and Prancin” (Ambos para Salsoul, 1979) .

Después de un breve período en la penumbra, Cándido resucitó en el año 1981, más o menos cuando el mundo empezaba a reconocer al talentoso pianista cubano Marco Rizo. Trabajó con frecuencia para el cuarteto de Rizo, hasta el 1985. Mientras tanto hacía giras con otro gran pianista; el panameño Rafael Benítez.

En el '81 ambos fueron a tocar en los carnavales de Panamá y después acompañaron a Xiomara Alfaro por todo Centroamérica. De ahí Cándido se unió a la agencia de Steven Scott Productions & Orchestra para tocar exclusivamente en fiestas privadas. Con esta agencia trabajó durante diez años, y al comenzar la década de los noventa, se integró al renombrado grupo “The Conga Kings”, con el cual grabó varias discotecas.

Con este grupo se han realizado varios conciertos y giras a nivel internacional. Recientemente el cineasta Iván Acosta produjo un documental sobre la vida de Cándido titulado “Manos De Fuego”. Además, uno de sus conciertos fue grabado en vivo y lanzado al mercado con el mismo título.

Por mi parte, me siento orgulloso de poder contarles a nuestros lectores sobre algunos aspectos de la historia del jazz latino y me alegra mucho que Cándido ahora esté recibiendo el reconocimiento por su habilidad como percusionista y por su sonrisa de buena gente.

Su aporte al jazz es indiscutible, aunque en el ambiente latino a Cándido no le han llegado a dar el homenaje que verdaderamente se merece. Francamente, esto yo lo veo como un atraso. Claro, sabemos (y aceptamos) que ya no vivimos en la época dorada, que es otra era completamente diferente; sobrevivímos dentro de un comercialismo a donde “lo nuestro” ya no es lo nuestro. Las imágenes de Cándido y de Chano han llegado a ser opacadas por otras figuras que ahora pretenden ser “pioneros”. ¡Qué horror!

¿Por qué será que en las flamboyantes ceremonias de los premios “Lo Nuestro” no dan espacio para estas figuras clásicas? ¿Será porque no existen categorías de instrumentistas rítmicos? Que lástima que ahora no podrán reconocer a Cándido, el primer percusionista en incorporar la tumbadora al jazz a través de su trabajo con Gillespie, Kenton y Tony Bennett.

Sin embargo, existe un tal llamado “jol de la fama” (Salón de la Fama) para la música rokanrolera, y me he fijado que ahí si le rinden verdaderos homenajes a los pioneros de ese género. Entonces, ¿por qué no lo hacemos nosotros también? ¿Qué pasará con nuestro legado musical, si nosotros mismos no lo mantenemos en primera plana? ¿Se perderá para siempre? ¿Cuándo será que los “latinos” le daremos un merecido reconocimiento a las leyendas como Cándido Camero?

Su veteranía alcanza ya los 80 años, pero esto no significa que haya llegado a la edad del retiro. Segun Cándido: 'cuando estoy frente a estos tres tambores me siento como un niño'. Y como un buen vino añejo, el hombre de las manos de fuego sigue deleitando a su público, porque su sabor, su ritmo y su sello único lo avalúan para sentirse orgulloso de ser el decano del tambor en los Estados Unidos.

A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento, con Siboney.

Cándido Camero, conga; Axel Laugart, teclado; Amaury Acosta, batería; Max Cudworth, saxo alto; Mike Rodriguez, trompeta; Chris Smith, bajo; Michael Valeanu, guitarra; Mauricio Herrera, percusión; y la voz de Xiomara Laugart.

domingo, 21 de abril de 2024

Shalom – Shabat Hagadol


Shalom – Shabat Hagadol

En el programa de hoy el rabino Isaac Sacca, Gran Rabino Sefardita de Buenos Aires, nos explica el concepto de Shabat Hagadol y la importancia de la preparación previa a los acontecimientos de nuestra vida para que podamos experimentar las vivencias en toda su dimensión.

Hacé click en el enlace para ver el programa.

https://www.rtve.es/play/videos/shalom/shabat-hagadol/16069765/

Luis Saslavsky


Luis Simón Saslavsky nació en Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina, el 21 de abril de 1903, y murió en Buenos Aires, Argentina, el 20 de marzo de 1995. Director de cine y guionista.

El sitio www.enciclopediacineespa-fernando.blogspot.com publicó este recordatorio.

Datos personales:

Nació en Rosario (Argentina) el 21 de Abril de 1903 y falleció en Buenos Aires (Argentina) el 20 de Marzo de 1995 (91 años).

Biografía:

Luis Saslavsky fue un director de cine y guionista argentino, que dirigió y ejerció la crítica cinematográfica.

Comenzó su carrera ejerciendo la crítica cinematográfica en el diario "La Nación" en 1930, en reemplazo de Arturo Mom. Fundó "La Revista de América", junto a Eduardo Mallea y María Rosa Oliver. En 1933 el diario lo envió como corresponsal a Hollywood, para entrevistar a directores, astros y estrellas de cine. El viaje lo puso en contacto con figuras como Greta Garbo, Joan Crawford, Marlene Dietrich y el director Josef von Sternberg. Por mediación de su amigo Antoine de Saint-Exupery -a quien había conocido en Buenos Aires-, fue contratado por la Metro Goldwyn Mayer como asesor técnico de "Vuelo nocturno" (1933). Tras su regreso a Buenos Aires, fundó la productora SIFAL junto con Alberto de Zavalía, un trabajo para el cual convocaron al guionista Carlos Adén y a los futuros directores Carlos Schlieper, Ernesto Arancibia y Enrique Cahen Salaberry.

SIFAL produjo sólo dos filmes: "Crimen a las tres" (1934) y "Escala en la ciudad" (1934), las óperas primas de Luis Saslavsky y Alberto de Zavalía, que resultaron ser un fracaso comercial. Sin embargo, la productora Pampa Film propuso a Luis Saslavsky realizar "La fuga" (1937), una película policíaca con Santiago Arrieta, Tita Merello y Francisco Petrone. El filme tuvo un gran éxito de público y cimentó la posición de Luis Saslavsky dentro de la industria del cine argentino.

Fue convocado por la Argentina Sono Film para dirigir a Libertad Lamarque en el melodrama "Puerta cerrada" (1939), filme en el cual John Alton hizo la fotografía y, según algunas fuentes, participó en la dirección. Luis Saslavsky también dirigió a Pepe Arias en "El Loco Serenata" (1939). Su estilo supo combinar un cine de entretenimiento con una búsqueda estética novedosa.

Su filme "Historia de una noche" (1941) constituyó un formidable suceso de crítica y público. La productora Warner Brothers le encomendó la dirección de una versión norteamericana del mismo título. Sin embargo, el proyecto no se completó debido a desacuerdos sobre el tratamiento del guión.

En 1949, su filme "Vidalita" sufrió presiones por parte de la censura argentina. El supuesto tratamiento "anticriollo" impuesto al filme habría disgustado a Raúl Alejandro Apold, quien desde 1948 estaba a cargo de la Subsecretaría de Prensa y Difusión de la Presidencia de la Nación. Poco después, Saslavsky fue incluido por Apold en su "lista negra". Luis Saslavsky refiere en su libro La fábrica lloraba de noche, que "fui prohibido por el peronismo a pesar que Evita repetía que yo era el único director argentino bien educado. Me aseguraron que fue porque estando en Estados Unidos, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, yo me alisté al servicio de la política de buena vecindad". En el mismo libro narra dos circunstanciales encuentros con Juan Domingo Perón, en la ciudad de Madrid.

Su filme "La corona negra" (1951), realizado a partir de un guión original de Jean Cocteau, marcó el inició de su etapa europea. Dirigió diversos filmes en España y Francia hasta su regreso a la Argentina.

Luis Saslavsky fue inhumado en el Cementerio Británico de Buenos Aires.

Premios:

Premios Cóndor de Plata

1946: mejor película por La dama duende.

1946: mejor director por La dama duende.

En 1984 recibió el Premio Konex de Platino como el mejor guionista de la Argentina.

Filmografía: (29 películas)

Sombras (1931)

Crimen a las tres (1935)

La fuga (1937)

Nace un amor (1938)

El loco Serenata (1939)

Puerta cerrada (1939)

La casa del recuerdo (1940)

Historia de una noche (1941)

Ceniza al viento (1942)

Eclipse de sol (1943)

La dama duende (1945)

Los ojos más lindos del mundo (1945)

Camino del infierno (1946)

Cinco besos (1946)

Historia de una mala mujer (1948)

Vidalita (1949)

La corona negra (1951)

La neige était sale (1954)

Les louves (1957)

Premier mai (1958)

Ce corps tant désiré (1959)

Un pas en avant (1960)

El balcón de la Luna (1962)

Historia de una noche (1963)

Las ratas (1963)

Las mujeres los prefieren tontos (1964)

La industria del matrimonio (segment "Elixir de amor") (1965)

Vení conmigo (1973)

El Fausto criollo (1979)

A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento, con la película La dama duende.

sábado, 20 de abril de 2024

El Mirador Nocturno – Radio / Cecilia Levit presenta: Tributo a Arie Pinsker.


El Mirador Nocturno – Radio / Cecilia Levit presenta: Tributo a Arie Pinsker.

Cecilia Levit produce semanalmente este programa que se emite por Radio Sefarad.

Arie Pinsker: aportar y compartir

TRIBUTO: HISTORIAS QUE CONSTRUYEN MEMORIA DE LA SHOÁ, CON CECILIA LEVIT – Arie Pinsker nació en 1930 en la ciudad de Nagyvárad, en el norte de Transilvania (hoy Rumania). En septiembre de 1940, el norte de Transilvania, hasta entonces parte de Rumania, fue anexado a Hungría, y la legislación antijudía de ese país se aplicó estrictamente en la región. En marzo de 1944, el ejército alemán invadió Hungría y unos dos meses después los judíos de la ciudad (entre ellos la familia de Arie) se concentraron en guetos. A mediados de mayo de 1944 tuvo lugar una deportación masiva de judíos húngaros a Auschwitz. La familia de Arie también fue deportada allí. Posteriormente, Arie fue trasladado al campo de Kaufering, un subcampo de Dachau, y desde allí emprendió una «Marcha de la Muerte» hacia Austria, durante la cual fue liberado por las fuerzas aliadas en mayo de 1945. Después de la guerra, Arie se reunió con dos de sus hermanos que habían sobrevivido, Yosef e Yitzhak, y juntos emigraron al Israel anterior al estado. Arie se alistó para luchar en la Guerra de Independencia de Israel y, tras su baja del ejército en 1949, estuvo entre los fundadores del moshav HaYegov. Arie se casó con Zahava y los dos tienen tres hijos, nietos y bisnietos.

Hacé click en el reproductor para escuchar el programa.

Nikolái Miaskovski

Nikolái Yákovlevich Miaskovski nació en Novogueórguiyevsk, Imperio Ruso, el 20 de abril de 1881, y murió en Moscú, Unión Soviética, el 8 de agosto de 1950. Compositor, crítico musical, y profesor.

El sitio www.musopus.net publicó este recordatorio.

Myaskovsky, Nikolai

Nikolai Yakovlevich Myaskovsky (nacido el 20 de abril [8 de abril, OS] de 1881 - fallecido el 8 de agosto de 1950), fue un compositor, crítico musical, profesor y figura pública ruso, uno de los fundadores de la Asociación de Música Contemporánea (ACM) en Moscú. Fue un prolífico escritor de sinfonías; eventualmente Myaskovsky compuso 27 sinfonías (más tres sinfoniettas, tres conciertos y obras de otros géneros orquestales), varias obras para conjuntos de cámara, 13 cuartetos de cuerda, 9 sonatas para piano, así como muchas miniaturas y cantos , obras. Aram Khachaturian y Dmitry Kabalevsky estuvieron entre sus estudiantes notables. Su generosidad como profesor le valió el sobrenombre de "la conciencia musical de Moscú".

BIOGRAFÍA

Nikolai Myaskovsky nació en Novogeorgievsk (actual Modlin), una fortaleza del ejército ruso situada cerca de Varsovia, Polonia, que entonces formaba parte del Imperio Ruso. Nikolai era el segundo hijo del ingeniero militar Yakov Konstantinovich y su esposa Vera Nikolayevna Myaskovsky. Más tarde, su padre alcanzó el rango de general en el ejército ruso. Nikolai tenía un hermano mayor, Sergei (1877), que murió de tuberculosis cuando era adolescente, y tres hermanas: Vera (1885), Valentina (1887) y Eughenia (1890). Después de la muerte de su madre en 1890, los niños fueron criados por la hermana de su padre, Yelikonida Konstantinovna Myaskovskaya, que había sido cantante en la Ópera de San Petersburgo. Yelikonida Konstantinovna fue su primera profesora de música y ella fomentó sus intereses musicales. Aunque aprendió piano y violín, lo disuadieron de seguir una carrera musical y entró en el ejército.

Educación militar y música.

Los Myaskovsky vivieron en Novogeorgievsk hasta 1888, en Orenburg, cerca de Kazajstán, de 1888 a 1889, y en Kazán, en la Rusia centroeuropea, de 1889 a 1893. Nikolai, como era de esperar, recibió su educación preliminar y secundaria en escuelas militares, incluidas Nizhni Novgorod y San Petersburgo.

En 1895, cuando Nikolai tenía 14 años, la familia se mudó a San Petersburgo. La tradición familiar le llevó a elegir su profesión. El padre de Myaskovsky quería que su hijo siguiera sus pasos. De 1899 a 1902, Myaskovsky estudió en la Escuela de Ingenieros Militares, después de lo cual sirvió en el ejército en Moscú y San Petersburgo hasta 1908. Al mismo tiempo, estudió armonía con el compositor Reinhold Gliere en Moscú (se había referido a Myaskovsky a Gliere de Sergei Taneyev, compositor y profesor del Conservatorio de Moscú) y con Ivan Kryzhanovsky en San Petersburgo (Kryzhanovsky desempeñó un papel importante, introdujo al joven oficial en el círculo de las Veladas de Nueva Música, las tertulias del St. Los entusiastas de la música moderna de San Petersburgo). Antes de su mandato en el conservatorio, Myaskovsky había escrito piezas para piano y canciones para piano y voz; poco de este trabajo se interpretó o publicó.

Conservatorio de San Petersburgo

En 1908, Myaskovsky pudo renunciar a la Escuela de Ingenieros Militares e ingresar al Conservatorio de San Petersburgo para estudiar con Anatoly Konstantinovich Lyadov y Nikolai Rimsky-Korsakov, graduándose en 1911. A Myaskovsky no le agradaba el profesor Lyadov, aunque era un buen académico pero un hombre desagradable y odiaba la música de Edvard Grieg. Por esa razón, Myaskovsky escribió su Cuarteto de Cuerda No. 3 basado en un tema de Grieg. También en esa época sus obras comenzaron a ser interpretadas en concierto y a ser publicadas; estas obras incluyeron su Primera Sinfonía (1908), su Sinfonietta (1910), Silencio (Molchaniye ; 1909), la parábola sinfónica de Edgar Allan Poe, es una pieza muy poderosa y dramática, dos cuartetos de cuerda, una sonata y otras piezas para piano y varias obras vocales.

La amistad de toda la vida de Myaskovsky con Sergei Sergeyevich Prokofiev comenzó en el conservatorio. Trabajaron juntos en el conservatorio en al menos una obra, una sinfonía perdida, partes de la cual fueron posteriormente recuperadas para proporcionar material para el movimiento lento de la Sonata para piano n.° 4 de Prokofiev.

Profesor y crítico musical

En 1911, Myaskovsky se graduó y luego enseñó en San Petersburgo, donde también desarrolló una carrera complementaria como penetrante crítico musical. De 1911 a 1914 fue crítico de la revista musical Muzyka.

Myaskovsky participó en la Primera Guerra Mundial, sirvió en el frente durante tres años y luego trabajó en fortificaciones militares. Fue herido y sufrió una descarga eléctrica. Durante este tiempo como soldado escribió partes de su Sinfonía n.º 4 (Op. 17, en mi menor) y Sinfonía 5 (Op. 18, en re mayor), en ellas se reflejan algunas de sus vivencias. Justo antes de que comenzara la guerra, su cuñado, el marido de su hermana Valentina Yakovlevna, se había suicidado por preocupaciones económicas. En el invierno de 1918-1919, el padre de Myaskovsky, un ex general zarista, fue asesinado por soldados del Ejército Rojo mientras esperaba un tren; en el invierno de 1919-1920 murió su tía, a quien estaba muy apegado. Entre 1917 y 1921, Myaskovsky sirvió en el Ejército Rojo. Después de la Gran Revolución Socialista de Octubre, trabajó en el Estado Mayor Naval. En 1921 fue desmovilizado y se fue a vivir a Moscú.

Carrera

En 1921, Myaskovsky se convirtió en profesor de composición en el Conservatorio de Moscú, cargo que ocupó hasta su muerte. Formó a unos 70 compositores, entre sus alumnos notables se encontraban Aram Khachaturian, Dmitry Kabalevsky, Rodion Shchedrin y Alexander Mosolov. Fue querido como profesor y conocido por su generosidad. Su generosidad como profesor le valió el sobrenombre de "la conciencia musical de Moscú". Ocupó este cargo hasta 1931. También fue nombrado subdirector del departamento de música de la Comisaría del Pueblo (1921-1922) y editor de la Editorial de Música (1922-1931). En 1923 se convirtió en uno de los fundadores de la Asociación de Música Contemporánea (ACM) de Moscú y a principios de los años treinta la abandonó. En años posteriores, se convertiría en consultor de retransmisiones musicales para el Comité de Radio de toda la Unión. De 1932 a 1948, Myaskovsky fue miembro del comité organizador de la Unión de Compositores Soviéticos.

Composiciones patrióticas

Como muchos otros compositores rusos, Myaskovsky escribió música patriótica para complacer a las autoridades soviéticas. Con su Sinfonía nº 6 (compuesta entre 1921 y 1923), los temas nacionalistas entraron en su música. Es una obra maestra y la primera sinfonía rusa realmente grandiosa. La Sinfonía n.º 6 es la más grande y ambiciosa de sus 27 sinfonías; el cuarto movimiento de la Sinfonía es una evocación de la Revolución Rusa. La Sinfonía n.° 12 (compuesta entre 1931 y 1932), escrita en conmemoración del 50 aniversario de la Revolución, fue su primera obra explícitamente soviética, con su retrato del pasado, presente y futuro de una aldea rusa. Myaskovsky recibió un título honorario de Doctor en Artes del Conservatorio de Moscú en 1940.

A pesar de sus composiciones patrióticas, Myaskovsky fue criticado junto con otros grandes compositores rusos, Shostakovich y Prokofiev, por su modernismo y formalismo en 1948. Myaskovsky no fue duramente perseguido y de hecho ganó tres premios Stalin.

Muerte

Nikolai Myaskovsky murió de cáncer en Moscú el 8 de agosto de 1950 a la edad de 69 años. Fue enterrado en el cementerio Novodevichi, cerca de las tumbas de Taneyev y Scriabin. Myaskovsky escribió una gran cantidad de obras y enseñó a toda una generación de músicos soviéticos. Después de su muerte, las autoridades soviéticas lo elogiaron como un "destacado trabajador musical soviético y artista popular".

A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento, con el Concierto para Violonchelo y Orquesta, en la versión de Alexander Ramm, y la Orquesta Sinfónica Svetlanov, dirigida por Vladimir Jurowski.